Del 12 al 16 de agosto, la Diócesis de Cabimas se llenó de alegría al realizar su primer Campamento Misionero «MIFA: Misiones en Familia».
El evento tuvo lugar en el sector Tomoporo, perteneciente a la parroquia Niño Jesús de San Timoteo, donde un total de 61 personas, entre adultos, jóvenes y niños, se unieron para llevar el mensaje de Dios a diversas comunidades de la región.
El campamento, que se desarrolló con la participación activa de 30 adultos, 7 jóvenes, 10 adolescentes y 14 niños, se enfocó en la importancia de la familia como pilar fundamental de la sociedad y de la fe. Durante el encuentro, los misioneros visitaron sectores como Tomoporo, Raya, Boconó, San Isidro, San Roque y la Ensenada, llevando esperanza y valores cristianos a cada rincón.
Este encuentro no solo fortaleció los lazos entre las familias, sino que también brindó una oportunidad para que los participantes compartieran experiencias y reflexiones sobre la fe y la misión.
«Fue una experiencia transformadora que nos permitió vivir la evangelización desde el hogar, mostrando que la fe se construye en comunidad y en familia», afirmó Mariluz García, Directora del Secretariado de Pastoral de Misiones quién acompañó este campamento junto al presbítero Horacio Martínez párroco de la comunidad sede.
Este encuentro «MIFA» se enmarca dentro de una serie de iniciativas destinadas a revitalizar la misión pastoral en la región, reafirmando el compromiso de la Iglesia de llegar a todos los sectores y promover un mensaje de amor y unidad. La actividad concluyó con una celebración eucarística, donde los misioneros renovaron su compromiso de seguir llevando la palabra de Dios a través de sus familias y comunidades.
La organización del campamento ha sido un hito en el ámbito de la pastoral de misiones, que busca involucrar a familias enteras en la tarea de evangelización, sentando las bases para futuras actividades que fortalezcan la fe y el sentido de comunidad en la región.
Bianca de Bermúdez, de la familia Bermúdez Monsalve de la parroquia San Pablo Apóstol de Mene Grande comentó: «Hemos sido bendecidos por nuestro señor Jesucristo por haber participado en este primer campamento diocesano de Familias Misioneras. Nos sentimos felices y contentos de haber sido llamados por nuestro Señor, para cumplir la misión de llevar su palabra a cada rincón de la comunidad. Visitamos La Raya-Boconó, un sector donde las personas fueron muy receptivas tanto niños, como jóvenes y adultos y manifestaron interés en escuchar la palabra de Dios»