Monseñor Ángel Caraballo administra Primeras Comuniones y Confirmaciones en la Parroquia San Pablo Apóstol.

En el marco de celebración por sus fiestas patronales, la Parroquia San Pablo Apóstol se inundó de regocijo la mañana del pasado domingo durante la Sagrada Eucaristía en la que los Sacramentos de la Comunión y Confirmación fueron administrados a más de 100 niños y jóvenes por parte de Monseñor Ángel F. Caraballo F.

Luego de 4 años sin que hubiese administración de estos Sacramentos de Iniciación Cristiana, este evento significativo reunió a toda la feligresía ante el altar del Señor como gesto de gratitud por todos aquellos catequizandos y su fidelidad a Cristo. La Santa Misa fue presidida por el Obispo de Cabimas, Monseñor Ángel Caraballo; y concelebrada por el Pbro. Carlos Camacho, Rector del Seminario Diocesano «El Buen Pastor» y el Pbro. José D. Pérez, guía y pastor de la parroquia San Pablo.

«Hoy estamos dando gracias a Dios»

Al comienzo de su homilía, Monseñor exclamaba «hoy estamos dando gracias a Dios celebrando la santa misa, que es la alabanza más grande que una creatura puede tributar al Señor». Asimismo, hizo mención que la sagrada comunión es el alimento que debe nutrir la vida espiritual del cristiano, dando especial acción de gracias por el numeroso grupo de niños y jóvenes que iban a recibir a Jesús por primera vez.

A la luz del Evangelio, Monseñor se dirigió los jóvenes confirmantes: «A veces creemos que Jesús permanece dormido, que se olvidó de nosotros (…), pero Jesús es el Emmanuel, el Dios con nosotros y siempre está a nuestro lado». Finalmente añadió «tengamos presente que cuando Dios permite que lleguen las tempestades a nuestra vida, no es para dejarnos caer y morir, sino, para fortalecer nuestra voluntad, purificar nuestra fe, aumentar nuestros méritos para el Cielo y recordarnos siempre que solos no podemos hacer nada, que necesitamos a Jesús. Ojalá que ustedes siempre estén al lado del Señor».

Continuando con la ceremonia, el Espíritu Santo descendió sobre los jóvenes catequizandos, otorgándoles sus dones divinos y fortaleciendo su vínculo con la Iglesia en la imposición de tan noble sacramento. El grupo de catequistas expresó sentir que fue una experiencia gratificante ser testigos de las Confirmaciones y Primeras Comuniones, pues la mayoría de los niños y jóvenes hacen vida activa en la parroquia a través de Infancia Misionera, Centimisión y Jovenmisión.

La coordinadora de la Catequesis, Osdalis Viloria, contó que para ella ha sido una experiencia muy linda y sobre todo muy instructiva, ya que con este nuevo itinerario llevaron la dimensión del aprendizaje a través de las vivencias propias aplicadas al mismo, haciendo posible una mayor interacción de unos con los otros y aprendiendo no solo de los catequistas sino de quienes viven la catequesis.

«Me sentí nervioso estando ahí de pie, pero luego se sintió satisfactorio el hecho de haber esperado 4 años para este momento. Hubo sus altos y bajos, pero pero me sentí feliz porque pude lograr algo que tanto estuve esperando: confirmar mi fe y alcanzar un paso más como católico. Deseo seguir aumentando mi fe, crecer como persona a ejemplo de Cristo, para en un futuro y si Dios lo permite, obtener el sacramento del matrimonio de acuerdo a su voluntad», fueron las palabras del joven Enmanuel Graterol al recibir el sacramento de la Confirmación.

Sophia Rosales, de 9 años de edad, manifestó gozar del maravilloso regalo de realizar su Primera Comunión: «He dado un paso más en mi camino de fe cumpliendo con el sacramento de la Comunión. Ver en el altar consagrar el Cuerpo de Cristo y poder ser parte del banquete me hace feliz y a la vez siento un gran compromiso con mi Señor al tener presente el cumplimiento de sus mandamientos y de la Iglesia Católica para así ser testimonio vivo de nuestro Señor».

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