En la mañana de este sábado 27 de julio, la Rectoría María Inmaculada se llenó de júbilo al celebrarse en sus instalaciones la imposición de sotana de los seminaristas Carlos Urdaneta, Jesús Oliva y Juan Echeverría quienes han aprobado satisfactoriamente el Curso Propedéutico y fueron promovidos al primer año de Discipulado.
La Santa Eucaristía fue presidida por el Pbro. Carlos Camacho, Rector del Seminario Diocesano “El Buen Pastor” y de dicha Rectoría, y concelebrada por los sacerdotes José Pernía, Humberto Salas, Robert Nava, Jesús Meleán y Jhonny Lozada.
Los seminaristas estuvieron acompañados también por sus familiares y amigos de sus parroquias de origen, la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Los Jobitos, la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Palmarejo y la parroquia San Antonio de Padua.
Durante la homilía el Pbro. Camacho expresaba que la sotana no es un símbolo de estatus sino un recordatorio de la presencia de Cristo en sus vidas, de su elección de ser servidores entre sus hermanos. Decía que, debe verse como un símbolo que da ánimo, esperanza y consuelo a las personas que están pasando por dificultades. Comentaba también que la sotana además recuerda a quienes la usan y a las personas que la ven, la importancia de comportarse de forma virtuosa, que es lo que Dios espera de todos. La presencia de un sacerdote en un grupo anima a que la gente sea moderada en el uso de malas palabras, o malas actitudes pues les invita comportarse de forma correcta.
El sacerdote comentaba también que un claro ejemplo de decisión y conversión a Cristo para servirlo es el de Zaqueo, quien inmediatamente se siente visto por Cristo entre la multitud y es llamado por Él, por su nombre, lo deja todo y da un cambio radical a su vida para entregarla al Señor. Dirigiéndose a la feligresía expresó: “Nosotros aquí hoy acompañamos a estos jóvenes quienes pasan a una nueva etapa en su formación en su configuración con Cristo para hacerse servidores mediante el Evangelio”.