Cabimas celebra a Nuestra Señora del Valle

Este domingo 8 de septiembre, la Diócesis de Cabimas se une al oriente venezolano para celebrar a Nuestra Señora del Valle, en la parroquia que lleva su nombre en Cabimas.

La Eucaristía fue celebrada por Monseñor Ángel Francisco, quien durante la celebración, invitó a los feligreses a seguir el ejemplo de la Virgen María y la Iglesia Universal y convertirnos en instrumento de asistencia a las personas más necesitadas.

“Vivimos en una sociedad donde lamentablemente algunos cierran sus ojos a las miserias de otros, pero nosotros no podemos apartar la mirada de los pobres. La Iglesia debe ser especialista en el tema de asistencia y socorro a los pobres. Tengamos siempre presente que María Santísima y el Señor nos piden amar al pobre, al necesitado, nos enseñan que debemos asistirlo y socorrerlo” indicó Mons. Ángel Francisco quien además puntualizó que una manera asistir al pobre y erradicar la pobreza es viviendo la virtud de la justicia y “dando a cada uno lo que corresponde” pero es importante para ello alejarnos de la tentación de la avaricia.

Durante la celebración, recordamos también cuan importante es reconocer el gran ejemplo de desprendimiento y pobreza que son nuestro Señor y su amantísima Madre para todos, donando cada uno lo más preciado que tenía para la salvación de todos: “María donó a su hijo quien había sido concebido para convertirse en nuestro gran salvador y Jesús desde la cruz nos regaló lo más preciado que le quedaba: su madre, para que fuera nuestra madre. Ellos desde su pobreza supieron ser desprendidos y dar lo que tenían para quien más lo necesitaba. Nosotros podemos hacer lo mismo, desde nuestra pobreza podemos dar” destacó el Obispo de Cabimas.

En otro orden de ideas, durante esta misma celebración, Mons. Caraballo realizó el acto de consagración de los nuevos Servidores y Servidoras de Nuestra Señora del Valle; así como el envío de los líderes de las nuevas zonas pastorales de dicha comunidad parroquial, encargados de ser fieles seguidores de María y, al igual que ella, convertirse en testimonio vivo de la Buena Nueva.

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