Este 11 de septiembre, en la Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto, 177 laicos de la Diócesis de Cabimas fueron instituidos en los ministerios laicales, como: Ministros del Altar, Lectores, Ministros para la Comunión a Enfermos y Animadores de Comunidades Eclesiales. Esta celebración estuvo presidida por Mons. Ángel Caraballo y concelebrada por varios sacerdotes del clero diocesano en la Santa Iglesia Catedral de Cabimas.
La misión de instituir laicos en estos ministerios de la Iglesia es la de constituir servidores que tengan los conocimientos, habilidades y vivencias de los principios de la fe católica para acompañar, celebrar y hacer crecer espiritualmente a sus hermanos de una porción del pueblo de Dios, específicamente en el territorio parroquial.
Estos ministerios laicales tienen como visión: hacer presencia de lectores de la Palabra, acólitos y otro tipo de ministerios de forma estable en toda la extensión de la Diócesis, según los parámetros del Derecho Canónico. El propósito de ello es que los ministros, después de su formación, ejerzan su ministerio con humildad y diligencia, de manera que su servicio pueda llegar a aquellos lugares donde no haya sacerdotes.
El Departamento de los Ministerios Conferidos a los Laicos, que se encarga de la formación de estos fieles, tiene como desafío: conformar un equipo diocesano para estos ministerios, armar un plan de formación en comunión con la Escuela de Diáconos Permanentes y la Pastoral Litúrgica, y proporcionar talleres prácticos en las parroquias.
Monseñor Ángel en su homilía manifestó su alegría por conferir los ministerios a un grupo de laicos que se ha formado para realizar su apostolado en las comunidades parroquiales y agradeció al equipo del Departamento de los Ministerios Conferidos a los Laicos, liderados por Mons. Francisco Gil, su director.
A propósito de celebrarse la Solemnidad de la Virgen de Coromoto, Monseñor dedicó su homilía a la Madre de Dios, en la que destacaron sus palabras: “La Santísima Virgen María quiso visitarnos en el año 1962, en la persona del indio Coromoto, y nos dejó un recuerdo de esta visita, una reliquia, a la cual veneramos. Desde ese momento, hemos sido protegidos y bendecidos por ella; y le seguimos pidiendo que renueve la fe en todo el territorio nacional”.
Luis Rodríguez, laico de la Parroquia Perpetuo Socorro, manifestó su alegría por recibir el ministerio de Animador de Comunidades Eclesiales, ya que para él es un gran privilegio y responsabilidad servirle a la Iglesia de esa manera por su vocación misionera.
Asimismo, Eyury Méndez de la Parroquia San Judas Tadeo, manifestó su compromiso con la Iglesia a través de la promoción de la comunión entre bautizados para que las comunidades eclesiales sean instrumentos de formación y evangelización.