Pastoral de Catequesis realiza misa de envío 2025

El pasado sábado, 27 de septiembre, la Parroquia Santa Lucía fue sede del envío de Catequesis 2025, actividad organizada de manera anual, por el Secretariado de Pastoral de Catequesis, para marcar el inicio de un nuevo ciclo en el itinerario de iniciación cristiana.

Esta actividad, contó con una notable y entusiasta participación de catequistas provenientes de todas las parroquias de la Diócesis, así como de un significativo número de sacerdotes, quienes se congregaron para reafirmar su compromiso con la misión evangelizadora de la Iglesia.

Durante el acto central, el Pbro. Alexander Arias, Administrador Diocesano, habló a los catequistas sobre la trascendencia de su vocación, y comparó la misión del catequista con la de la sal, que no solo da sabor, sino que también «preserva y evita que el mal se siembre en el corazón de las personas». Enfatizó que la labor del catequista es «importante, necesaria y urgente», instándolos a “salir incansables a sembrar la semilla de la buena noticia y el encuentro vivo y personal con quien está en medio de nuestros corazones: Jesús mismo.”

El Pbro. Arias, destacó la función esencial que desempeñan los catequistas como «puentes» que permiten a las personas experimentar el amor incondicional de Jesús. «Somos los primeros anclados a Él a Jesús. Así como el símbolo de este año jubilar,» afirmó. Subrayó que la mayor alegría y desvelo del catequista es que todos los miembros de la comunidad puedan conocer a Jesús a partir de una experiencia personal y viva dentro de la realidad de la Iglesia.

En su mensaje, también se centró en la fuente de la verdadera realización humana. Recordó a los catequistas que «la verdadera felicidad nace, brota de Jesucristo». Por ello, la catequesis no es una mera búsqueda de conceptos o cosas, sino de «alguien», y ese alguien es Jesús, donde «encontramos alegría, esperanza, el amor». Declaró con convicción que «ser cristianos es una aventura maravillosa que vale la pena vivirla», un camino que es sembrado y alimentado por el anuncio de la catequesis.

Finalmente, el Administrador Diocesano hizo un llamado a la renovación y la perseverancia. Invitó a la asamblea a «volver al pozo de la fe y bebamos, volver al amor primero y renovemos nuestro compromiso de ser catequistas.» La jornada concluyó con la bendición de los símbolos que cada Párroco impondría a sus catequistas en el envío parroquial.

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