Este jueves 15 de mayo, la comunidad de El Venado celebró con mucho gozo la solemnidad de su santo patrono, San Isidro Labrador. En este día festivo para los feligreses de la zona, se celebraron dos eucaristías solemnes y se realizó la tradicional procesión de la imagen por las principales calles del pueblo.
La primera Misa celebrada en horas de la mañana estuvo presidida por el Pbro. Alexander Arias, Administrador Diocesano, acompañado por algunos sacerdotes de la Diócesis que se unieron a esta festividad. El Padre Alexander resaltó, durante la misa, las virtudes heroicas de San Isidro e invitó a los fieles a sentirse inspirados por su ejemplo de vida.
Esta celebración fue propicia para que un grupo de niños y jóvenes de la parroquia tuvieran su Primera Comunión, luego de culminar con el Itinerario de Catequesis. Este primer encuentro con Jesús Sacramentado representó para los neocomulgantes un emotivo momento de alegría y crecimiento espiritual que los comprometió a continuar perseverando en la fe.
Por la tarde, se llevó a cabo la tradicional procesión de la venerada imagen de San Isidro por las principales calles del pueblo con la presencia de una gran cantidad de devotos, en su mayoría, habitantes de la zona. A esta expresión de piedad se sumó una colorida cabalgata que añadió un toque folklórico a la manifestación religiosa que rinde culto al patrono de los agricultores.
Al culmen de la procesión, se celebró la segunda Misa del día en el templo parroquial. Esta acción de gracias estuvo presidida por el Pbro. Dixon Montero y concelebrada por el Pbro. José Romero, párroco de la comunidad. Esta segunda misa sirvió de clausura de la fiesta patronal que anualmente se vive con gran devoción en la parroquia.
Feligreses de la parroquia, como Daisy Camargo y José Zambrano, manifestaron su contento por la exitosa realización de la festividad religiosa y agradecieron la presencia del Administrador Diocesano que acudió a participar de la misma. Por su parte, Jacinto Gómez, otro devoto de San Isidro, agradeció al patrono su intercesión por las buenas siembras que se han cultivado en la zona durante el último año.
