Este 27 de abril del 2025, segundo Domingo de Pascua, los fieles de la Parroquia Divina Misericordia de Puerto Escondido, en el Arciprestazgo Nuestra Señora de Altagracia, celebraron con gran devoción y agradecimiento su fiesta patronal en honor a Jesús de la Divina Misericordia.
La jornada dio inicio en horas de la tarde con el rezo de la coronilla a la Divina Misericordia ante Jesús Sacramentado. El Ministerio de Música +FE a través de cantos y alabanzas guiaron luego una Adoración Eucarística, en ese momento toda la feligresía consagró sus vidas y las de sus familias a Jesús de la Misericordia.
Seguidamente, se celebró la Santa Eucaristía presidida por el Pbro. Carlos Bracho, párroco de esta comunidad. En la homilía este expresaba: «La misericordia es esta acción concreta del amor que, perdonando, transforma y cambia nuestras vidas». Antes de finalizar su predicación, resaltó que un signo de misericordia para esa comunidad es la vida de Luis Fernando Morales, seminarista oriundo de esta parroquia, quien ese mismo día fue instituido Acólito en el Seminario Internacional Bidasoa, dando un paso más en su formación al sacerdocio. El Padre Carlos animó a todos los presentes a seguir orando por su vocación.
Para finalizar, se llevó a cabo una procesión con la imagen del santo patrono vistiéndose algunas calles de Puerto Escondido de fe y esperanza, prevaleciendo el color rojo que simboliza la sangre redentora, vida para las almas y el color azul que es signo del agua del bautismo y la Confesión, que limpia y purifica.
«Para mí esta fiesta tiene mucho significado, viene desde que mi Madre decidió propagar esta devoción a través de un sueño que tuvo. En nuestro pueblo Puerto Escondido inició en 1993, y cada año ella junto con los sacerdotes y feligresía en general realizaban con gran fervor la novena y la fiesta. Hoy en día la alegría es mayor, puesto que desde hace 9 años somos una parroquia consagrada a Jesús de la Divina Misericordia» expresó Rita de Jesús Parra.
