En horas de la mañana de este Martes Santo, 26 de marzo, como de costumbre en la Diócesis de Cabimas, se celebró la Misa Crismal en la Santa Iglesia Catedral de Cabimas, que estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Ángel F. Caraballo F., y concelebrada por el presbiterio local. En esta Eucaristía se bendijeron los santos óleos, se consagró el Crisma y se renovaron las promesas sacerdotales del clero diocesano.
La Misa Crismal es una celebración propia de la Semana Santa, en ésta se consagra el Santo Crisma (de allí proviene su nombre), se bendicen el resto de los óleos: para los catecúmenos y los enfermos, y se realiza la renovación de las promesas sacerdotales del clero local ante su Obispo, quien es el que preside esta celebración.
Es una celebración particular de carácter diocesano porque en esta misa se reúnen el Obispo, los sacerdotes y el pueblo de Dios que peregrina en una misma diócesis. Ordinariamente esta misa es celebrada en la catedral de cada lugar el Jueves Santo pero, por razones de conveniencia pastoral, puede celebrarse otro día de la Semana Mayor.
En la homilía pronunciada por Monseñor Ángel durante la Misa Crismal de este año, centró su reflexión en desglosar cada una de las partes de la celebración. Monseñor explicó el significado de cada uno de los óleos que se bendijeron y del Crisma que se consagró, y a propósito de esto se dirigió a los sacerdotes haciendo énfasis en recibirlos solemnemente colocándolos en un lugar digno e impartiendo una catequesis a los fieles sobre la importancia de estos santos óleos como materia de varios sacramentos.
“Redescubrir con asombro aquello que son»
En segundo lugar, Monseñor recordó a los sacerdotes cuáles fueron las promesas que hicieron el día de su ordenación como ministros y les brindó una enseñanza profunda sobre estos aspectos en los que destaca que los sacerdotes deben “redescubrir con asombro” aquello que son y que deben celebrar los misterios “con piedad y fidelidad”.
Para concluir la homilía, el Obispo se dirigió a los fieles para recordarles su compromiso de continuar orando por los sacerdotes para que el Señor derrame abundantemente sus bendiciones y les conduzcan a Cristo, única fuente de salvación. Asimismo, también les dijo que lo encomendaran a él mismo en sus oraciones para que sea fiel al ministerio apostólico que le fue confiado.
Durante la celebración, se hizo entrega de la Colecta de la Campaña Compartir recolectada en cada una de las parroquias de la Diócesis. Este año, la Conferencia Episcopal Venezolana propuso realizar esta campaña sobre la trata de personas, titulada «Las personas no se venden, las personas no se compran». Y también, para concluir la misa, el clero se consagró a María Santísima ante la imagen de Ntra. Sra. del Rosario, Patrona de la Diócesis.