Del 12 al 22 de agosto, la parroquia San Rafael Arcángel de El Tigre se convirtió en el escenario de la misión tras ser la sede del campamento juvenil misionero de la costa oriental del lago, Cajumicol 2024, un evento que reunió a más de 60 jóvenes de distintas parroquias de la diócesis de Cabimas. Este campamento misionero tuvo como objetivo principal la evangelización de la comunidad, promoviendo valores de fraternidad, espiritualidad y servicio.
Organizado por el Servicio de Animación y Cooperación Misionera Juvenil Jovenmisión, el evento permitió a los participantes la vivencia de diversas actividades que llevaron el mensaje de amor y esperanza de Dios a cada rincón de El Tigre. Durante esta experiencia transformadora, los jóvenes se distribuyeron por toda la comunidad, involucrándose activamente en la vida local.
Con el acompañamiento del presbítero Keisy Sánchez, párroco de la parroquia sede, San Rafael Arcángel, los jóvenes no solo se dedicaron a la evangelización, sino que también recibieron formación espiritual y animación. Mariluz García, directora del Secretariado de Pastoral de Misiones de la Diócesis de Cabimas, estuvo presente para guiar y apoyar a los participantes, destacando la relevancia de esta experiencia en su crecimiento personal y espiritual.
“Es increíble ser testigos de la obra maravillosa de Dios. A pesar de que este encuentro estaba planteado para realizarse en 15 días, finalmente fueron 11. Todas las actividades planificadas se pudieron vivir de la mejor manera y logramos llevar la palabra de Dios a quienes más la necesitaban”, manifestó Mariluz García, enfatizando en el compromiso misionero de llevar amor y alegría a la comunidad.
Uno de los testimonios más impactantes provino de Darlyn Madrid, una joven misionera de la parroquia Beata María de San José en Plan Bonito, quien relató la increíble experiencia de llevar la Palabra de Dios a lugares remotos, donde los misioneros debían caminar hasta una hora bajo un sol inclemente: “Esa adversidad no disminuyó nuestras ganas de evangelizar, al contrario, nos impulsó a seguir adelante en nuestra misión de catequizar”.
Además de la evangelización, los jóvenes participantes se capacitaron para impartir catequesis a niños, jóvenes y adultos de la comunidad, estableciendo las bases para un trabajo continuo que la parroquia San Rafael Arcángel deberá mantener. Esta misión no solo ha dejado una huella en El Tigre, sino que ha reforzado el compromiso de la juventud católica en la promoción de valores espirituales y sociales, reafirmando su papel como agentes de cambio en sus comunidades.
El Cajumicol 2024 cierra con un legado de fe, esperanza y un renovado impulso hacia la misión, demostrando que la juventud está dispuesta a ser la voz de Dios en cada rincón de su entorno.