Jubileo de los Catequistas es celebrado en la Diócesis de Cabimas

Con una masiva y entusiasta participación, la Diócesis de Cabimas celebró el Jubileo de los Catequistas, una jornada especial enmarcada en el lema del Año Jubilar Ordinario: «Peregrinos de Esperanza». El evento se llevó a cabo el pasado sábado 18 de octubre, congregando a los educadores de la fe de toda la jurisdicción eclesiástica en una profunda experiencia de fe y renovación vocacional.

La celebración, de carácter arciprestal, tuvo lugar en los Templos Jubilares designados: la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Aránzazu, la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, Catedral, la Parroquia Nuestra Señora del Rosario del Paraute y la Parroquia San Pablo Apóstol. Esta descentralización permitió que un gran número de catequistas pudiera peregrinar y participar activamente en los ritos jubilares, que incluyeron momentos de oración, formación y la vivencia del sacramento de la Reconciliación, elementos esenciales para ganar la Indulgencia Plenaria.

El punto central de la jornada fue el reencuentro personal con Jesucristo, tal como fue el mensaje principal compartido a los participantes. Se recordó con fervor que el servicio del catequista no es meramente una transmisión de conocimientos, sino un testimonio vivo que brota de una experiencia íntima y transformadora con el Señor. La invitación constante fue a «vivir ese encuentro con el Señor» para poder ser «testigos y llevar su alegría y esperanza» a las comunidades.

La gran afluencia de catequistas en cada uno de los templos jubilares reflejó el compromiso y la vitalidad de la catequesis en la Diócesis de Cabimas. Este Jubileo sirvió para fortalecer los lazos de fraternidad entre los servidores de la fe y para renovar el espíritu misionero, instándolos a llevar la buena nueva con el gozo que nace de la fe, siendo verdaderos faros de esperanza en medio de los desafíos actuales.

El Jubileo de los Catequistas concluyó con la certeza de que la misión continúa, reforzando la identidad del catequista como un «Peregrino de Esperanza» que camina con la Iglesia, anunciando a Cristo y educando en la fe. La Diócesis agradece el esfuerzo y la dedicación de todos los que hicieron posible esta significativa jornada, que sin duda marcará un antes y un después en el itinerario de fe de los catequistas de la Costa Oriental del Lago.

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