La Diócesis de Cabimas se unió a la celebración del Domingo Mundial de las Misiones, una jornada promovida por el Papa, que busca fomentar la oración y la cooperación misionera para apoyar a los 1,127 territorios de misión existentes en todo el mundo.
Este año, bajo el lema «Vayan e inviten a todos al banquete», las diferentes parroquias de la diócesis llevaron a cabo una serie de actividades que incluyeron vigilias, adoraciones eucarísticas, rosarios misioneros y la celebración de la Santa Misa dominical, cuya colecta se destinó a las tierras de misión.
«Vayan e inviten a todos al banquete»
La Rectoría María Inmaculada, ubicada en la ciudad de Cabimas, fue una de las comunidades que se unió a esta celebración, realizando una vigilia guiada por el subsidio oficial enviado por Obras Misionales Pontificias. Durante este encuentro, la comunidad reflexionó sobre las cruces de los caminos a las que están llamados a ir, realizaron juegos y animaciones para fomentar la fraternidad y se unieron en oración a favor de las misiones. Yoalis Siritt de Godoy, miembro de Familias Misioneras, compartió su experiencia: «Fue una experiencia maravillosa con Jesucristo Vivo y Sacramentado, donde predominó la fe viva que profesamos, promoviendo el amor hacia las escrituras y la predicación del Evangelio desde la niñez, además de fomentar la colaboración con quienes más necesitan la palabra de Dios.»
Otra parroquia que se unió a la vigilia fue Nuestra Señora del Rosario de Fátima de El Mene, donde más de 100 personas, incluidos niños, jóvenes y adultos, participaron en dinámicas, animaciones, adoración eucarística, lectio divina y obras de teatro. El domingo, todas las parroquias de la diócesis celebraron este día especial, decorando sus templos y animando sus celebraciones eucarísticas con cantos misioneros.
Es relevante destacar que el sábado 19 de octubre, la Diócesis de Cabimas organizó un gran «potazo» arciprestal para recaudar fondos destinados a las tierras de misión. Este año, el enfoque fue visibilizar las diversas necesidades que enfrentan estos territorios, especialmente en Venezuela, donde destacan lugares como Puerto Ayacucho, Caroní y Tucupita, y mostrar la labor de la Iglesia Católica en estas comunidades más desfavorecidas.
La celebración del Domingo Mundial de las Misiones en la Diócesis de Cabimas no solo fue un momento de oración, sino también un llamado a la acción y la solidaridad, recordando la importancia de apoyar a quienes más lo necesitan en el ámbito espiritual y material. Ana Valdez de la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Fátima, El Mene, expresó: «Como joven que vivió la Vigilia Misionera, puedo decir que ha sido una de las experiencias más bonitas que el Señor me ha regalado. Sobre todo, el haberla vivido junto a mis hermanos fue increíble. Ofrecimos una oración por cada continente, hicimos juegos, obras y mucho más.»