La Parroquia San Pablo Apóstol de Mene Grande ha sido la anfitriona de la Primera Escuela Diocesana de Jóvenes Voluntarios (CANAÁN), realizada los días 06, 07 y 08 de septiembre, la cual tuvo como lema «Te he elegido porque te amo», iluminados bajo la cita bíblica Juan 15,16 «Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca”.
Alrededor de 47 participantes fueron protagonistas de este primer encuentro, cuyo objetivo general fue formar integralmente a los jóvenes que hacen vida y sirven en la Red de Voluntarios de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Cabimas, teniendo como punto de enfoque y partida su espiritualidad. El espacio fue propicio para disfrutar de los momentos de formación, oración y fraternidad.
Durante la Eucaristía de clausura el Pbro. Jesús Meleán, Director Espiritual del Secretariado de Pastoral Juvenil, les exhortaba «Voluntarios, están llamados a servir a todos, sin ninguna distinción, teniendo la certeza que sirviendo a todos le estamos sirviendo al mismo Cristo, presente en ellos». Culminada la Santa Misa, se reveló la sede del Encuentro de Jóvenes con el Obispo a realizarse el próximo 23 de noviembre del presente año, siendo la Parroquia Anfitriona Ntra. Sra del Rosario de Aránzazu.
“Esta experiencia fue increíble e inolvidable y sin duda la repetiría una y mil veces más, llena de fraternidad y sobre todo amor entre mis hermanos, además super importante y nutritiva para mi formación como joven cristiana servidora” expresaba Ángeles Parra de la Parroquia Ntra. Sra del Rosario de Aránzazu.
Por su parte, Osman Vargas de la Parroquia San Isidro Labrador, de la Arquidiócesis de Maracaibo afirmó “Me sorprendió mucho el entusiasmo de los jóvenes de Cabimas y como se vivieron a profundidad los momentos de espiritualidad y formación. El CANAÁN fue para mí un reencontrar con Dios de una manera más dinámica y alegre, a cualquier joven que tenga la oportunidad de vivir tan linda experiencia le diría que la viva al máximo, que no hay nada mejor que donar tus manos al Servicio de Dios”.
La Primera Escuela Diocesana de Jóvenes Voluntarios (CANAÁN), logró ser un ambiente de compartir fraterno y edificación mutua para todos los participantes que formaron parte. Una vez más se logró ver el compromiso que tienen los jóvenes a la misión de seguir amando y sirviendo al prójimo con el fin de construir la civilización del amor.
