Con gran alegría el pasado sábado 29 de julio, 13 Jóvenes de la Rectoría María Inmaculada de Cabimas, recibieron el Sacramento de la Confirmación. Éste fue conferido por el Vicario General de la Diócesis, el Pbro. Jorge Pérez Tobila.
Estos 13 jóvenes que se estuvieron preparando según el itinerario catequético de la Diócesis, fueron presentados a la Comunidad por su Catequista José Sulbaran. En la Homilía, el Padre Jorge exhortaba a los jóvenes a hacer las cosas rectas, pues el camino del Señor es recto.
El Padre Jorge, también invitaba a los jóvenes a tener fe y a confiar en la Palabra de Dios, colocando como ejemplo a Marta y María, mencionaba que «A veces nos afanamos por el día a día como Santa Marta y no aprovechamos la mejor parte, como la aprovecho María, la hermana de Lázaro». Por su parte, antes de finalizar la celebración, el Pbro. Carlos Camacho, Rector de esta Rectoría, les mencionaba a los jóvenes que este camino de Fe no terminaba allí, al contrario, apenas se iban adentrando al servicio del Señor y eran ellos mismos consientes desde su juventud, quienes querían seguir renovando ese compromiso que aquella vez hicieron sus Padres y Padrinos el día de su bautizo.
«El camino apenas comienza»
La joven confirmada Laura Rodríguez, mencionó que se sentía muy agradecida con Dios por permitirle llegar al camino que es, «Ya tengo los sacramentos de iniciación cristiana importantes para la fe, solo le pido a Dios que me ilumine para no desviarme». También, el joven Thomas Méndez comentó que gracias a este proceso de Iniciación Cristiana pudo acercarse mucho más a Dios “Sentí muchas cosas y experiencias reflexivas, alegres, pude aprender muchas cosas que antes no sabía y me sentí feliz por haberlas descubierto en este proceso tan bonito, espero que Dios siempre me guíe y siempre estar a su lado”
Asimismo el Catequista José Sulbarán, se sentía complacido por la culminación satisfactoria de este grupo de jóvenes que han sido valientes y perseverantes, no solo para obtener el Sacramento como algún requisito, sino también para seguir conociendo del amor de Dios y poco a poco ir madurando su Fe, pues en sus clases el siempre resaltaba que el verdadero valor de ser creyentes es conocer verdaderamente al Señor.