En horas de la tarde del pasado sábado 24 de septiembre, se llevó a cabo la tradicional Bajada de la Reliquia de Nuestra Señora del Rosario de su nicho para reencontrarse con su feligresía. Un año más, los fieles devotos se dieron cita desde tempranas horas de la tarde a las afueras de la Iglesia Catedral para iniciar las fiestas patronales en su honor.
Este acto mariano que se realiza cada último sábado del mes de septiembre y que además, reúne a una multitud de devotos, comenzó alrededor de las 5:30 de la tarde con el rezo del Santo Rosario, dirigido por un grupo de niños y jóvenes Servidores de María, quienes, con fervor y entrega, custodian y propagan la devoción a la Santísima Virgen en el municipio cabimense.
Seguidamente del rezo del Santo Rosario, se celebró la Misa, presidida por el Pbro. Jorge Pérez Tobila, Vicario General de la Diócesis y Párroco de Catedral; concelebrada por el Pbro. Jesús Rosillo y, acompañada, desde el servicio litúrgico, por la Escuela de Monaguillos de la parroquia.
El acto de la Bajada de la Virgen estuvo amenizado por decimoquinto año consecutivo por la agrupación gaitera «Los Rosareños». En esta ocasión, la bajada estuvo inspirada en el Año del Kerygma, iniciado en el pasado mes de junio como parte del Plan Diocesano de Pastoral 2022-2023 que busca ‘caminar juntos’ como una Iglesia sinodal. Posteriormente, la imagen salió a las afueras del templo en hombros de los Servidores de María para la serenata gaitera que el Conjunto «Barrio Obrero de Cabimas» tenía preparada para homenajear a su Santa Patrona, Nuestra Señora del Rosario.