Jubilosamente, este 27 de diciembre, la Diócesis de Cabimas celebró la Solemnidad de San Benito de Palermo y conmemoró los 500 años de su nacimiento. Miles de devotos se congregaron en la Santa Iglesia Catedral para celebrar la festividad religiosa – cultural en honor al Santo Negro más querido de la Costa Oriental del Lago.
Desde tempranas horas de la mañana, los devotos de San Benito se dieron cita en los alrededores de la Catedral de Cabimas para celebrar nuevamente la procesión que se realiza cada 27 de diciembre. En Cabimas, esta festividad toma mayor realce por la cantidad de personas que caminan al son de los tambores hasta altas horas de la noche para venerar a San Benito. Esta procesión es considerada como la segunda más multitudinaria en el país, después de la Divina Pastora en Barquisimeto.
A las 7:00 a. m. dio inicio la Solemne Eucaristía a las afueras de la Catedral. La celebración estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Ángel Caraballo, y concelebrada por los presbíteros: Jorge Pérez Tobila, Vicario General de la Diócesis y Párroco de la Catedral; Julio Antúnez y Jorge Rincón.
Los feligreses participaron piadosamente de la celebración eucarística que sirve como antesala a la procesión. En esta oportunidad, para conmemorar los 500 años del nacimiento de San Benito de Palermo, los devotos cantaron el cumpleaños al Santo Negro.
Durante la homilía, Monseñor Ángel a propósito de esto, dijo: “Hace 500 años, nació San Benito de Palermo, y todavía lo recordamos. ¿Por qué? Sencillamente, porque dejó unas huellas de amor, misericordia y humildad, inscritas en el corazón de tantas personas y hombres, que ha perdurado a lo largo de los siglos, y la iglesia nos invita a que sigamos su ejemplo”.
Asimismo, el Obispo invitó a todos los presentes a participar del Jubileo de la Esperanza 2025 que en la Diócesis de Cabimas se dará inicio el próximo 29 de diciembre en la Solemnidad de la Sagrada Familia. Por eso, basó su homilía reflexionando en la virtud de la esperanza asociándola con el santo. “San Benito nos dio un gran ejemplo de esperanza, pues era normalmente paciente con quienes lo buscaban a cualquier hora para contarle sus problemas, o para que orara por su salud”, dijo el Obispo.
Como es tradición, luego de la bendición, la imagen de San Benito de Palermo fue entregada a los cargadores para iniciar la procesión hacia el sector Ambrosio, populosa comunidad donde se originó la devoción a San Benito en Cabimas. Al ritmo de las agrupaciones de chimbángueles, la imagen del Santo Negro recorrió 12 kilómetros en los que sus devotos pagaron promesas.
La devoción a San Benito de Palermo está profundamente arraigada, no solo en la ciudad cabimense sino en toda la Costa Oriental del Lago. En todos los municipios existe una verdadera devoción al Santo Negro y tradiciones centenarias de los pueblos que celebran la vida de este santo con sus particularidades.