Mons. Ángel Caraballo preside Solemnidad de Nuestra Señora de Altagracia.

El pasado 26 de diciembre, la comunidad de los Puertos de Altagracia celebró a su patrona, Nuestra Señora de Altagracia, con una Solemne Eucaristía que estuvo presidida por Mons. Ángel Francisco Caraballo Fermín y concelebrada por varios sacerdotes de la diócesis que cada año asisten a esta celebración.

Durante la Eucaristía pontificia, el celebrante invitó a hacer de María un modelo a seguir en virtudes como la confianza y la humildad, siendo esta última una de las mayores enseñanzas dejadas por nuestro Señor Jesucristo y su Madre como verdadero camino para acercarnos al amor del Padre.

“María nunca se alabó a sí misma, ella siempre reconoció a Dios como autor y fuente donde todo ha sido creado y lo mismo debemos hacer nosotros. Debemos reconocer que todo cuanto somos y tenemos se lo debemos a Dios. Dios ama y exalta al humilde es por eso que Jesús es reconocido hoy como el nombre sobre todo nombre ante el cual toda rodilla debe inclinarse y María es llamada la Bienaventurada por todas las generaciones” indicó el Obispo de Cabimas quien además indicó a los presentes a cuidarse de la soberbia por ser lo opuesto a la humildad deseada por Dios en todas las personas.

En este mismo orden de ideas, Mons. Ángel manifestó que la humildad es andar en verdad, es mostrarse de forma genuina y auténtica ante Dios y ante los hombres “La primera virtud de Jesús era la humildad, la segunda la humildad y la tercera la humildad. Ese fue el camino trazado por Jesús y por María para acercarnos a Dios.

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