El pasado sábado 19 de octubre, con gran alegría y corazones agradecidos, 15 jóvenes y adultos fueron confirmados en la Parroquia del Divino Niño por Monseñor Ángel Francisco Caraballo, obispo de Cabimas. Tras completar su itinerario de catequesis, estos jóvenes reafirmaron su fe.
La celebración eucarística estuvo presidida por el Obispo de Cabimas y concelebrada por el Padre Jesús Rosillo, parroco de esta comunidad. Monseñor Ángel, en su homilía del Evangelio, hizo hincapié en la importancia de dar testimonio de Cristo y de madurar en la fe y el servicio a la Iglesia, invitando a estos jóvenes a ser cristianos de “tercera clase” que siempre estén dispuestos a prestar sus manos y su vida para las necesidades de la Iglesia.
María Zabala, una de las jóvenes confirmadas, expresó «Inicié mi itinerario de catequesis aproximadamente hace dos años, con muchas dudas y temores, pero hoy le doy gracias a Dios por elegirme ya que sentí mi llamado a formar parte de la pastoral de liturgia, prestando mi servicio con los monaguillos y, posteriormente, siendo asesora de infancia misionera. Todo gracias al caminar en catequesis.»
Otro de los confirmados, el joven Miguel Guillén compartió su testimonio: «Mi caminar en la catequesis inicia con el proceso de formación para la primera comunión. Conocía muy poco del amor y la misericordia de Dios; hoy en día puedo decir que, gracias a la catequesis, he crecido como persona. La alegría me embarga y la paz que sentí al recibir al Espíritu Santo es inefable. A todas las personas que están pensando en iniciar su proceso de catequesis o que sienten dudas, yo les digo: confíen en el amor de Dios. Puede que transitar esta vía sea duro y que el proceso acarree consigo algunos obstáculos, pero la verdad vale la pena cada momento, y de la mano de nuestro Señor, todo es posible.»
Así mismo, Bárbara Carrillo, coordinadora de la Pastoral de Catequesis y Catequista del grupo de jóvenes confirmados también expresó con alegría y nostalgia: «Han mostrado un cambio significativo. La participación en las actividades y la eucaristía ha sido notable.» En medio de su testimonio, hacía una oración al Padre, con las palabras del mismo Jesús diciendo: «Señor, son tuyos. Hoy te los entrego. Tú me los diste y aquí están, van para el mundo pero no son del mundo; te pertenecen a Ti.»
La jornada fue un testimonio vivo de fe y compromiso, y dejó en todos los presentes un profundo sentido de gratitud y esperanza en el futuro de estos jóvenes y adultos confirmados.