En la mañana del sábado 19 de agosto, se llevó a cabo la Primera Convivencia de Familias Misioneras en el Arciprestazgo Beata María de San José teniendo como lugar la U.E.D. «Nuestra Señora de Coromoto» correspondiente a la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Pueblo Nuevo.
La finalidad principal de esta convivencia fue trabajar en pro de las familias como base fundamental de la sociedad formando grupos de Familias Misioneras en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la Parroquia San Rafael Arcángel y la Parroquia San Pablo Apóstol para activar este servicio de la OMP en sus localidades.
La dinámica de la mañana contó con diferentes actividades para la familia misionera y cada uno de sus miembros individualmente, niños, jóvenes y adultos; y se contó con la presencia de la Directora del Secretariado Diocesano de Pastoral de Misiones, Dra. Mariluz García y el Matrimonio Bracho Barrios, responsables a nivel Nacional del Servicio de Animación y Cooperación Misionera para las Familias y otros formadores del Arciprestazgo.
«El servicio siempre será reconfortante»
El Pbro. Julio Higuera, Asesor Espiritual del Secretariado Diocesano de Pastoral de Misiones, y párroco de la parroquia sede del encuentro expresó que «fue un agrado compartir en la Convivencia de Familias Misioneras, la primera de esta zona, contando con la presencia de Mariluz, Yaimely y Lenil. De verdad, una experiencia muy bonita y agradable; ahora hay que buscar la manera de activar el servicio en toda la Diócesis pronto para abordar la familia en cuanto a la misión se refiere»
La señora Neirina Sánchez, participante de la actividad, compartió su experiencia diciendo que «fue muy fructífera, de mucha ayuda para las familias, formativa y agradable» añadiendo que era la primera vez que asistía a una actividad así, llamando mucho su atención.
«El servicio siempre será reconfortante, una de las misiones que tenemos como familia», alegó el señor Gustavo Oviedo, formador y colaborador durante la actividad, comentando luego «me sentí maravillosamente bien, pleno y lleno del Señor al ver los rostros brillantes de esos jóvenes con los que me tocó trabajar cuando les compartía sobre la palabra de Dios».