Diócesis de Cabimas realiza cierre del Año Jubilar de San Benito de Palermo

Con gran devoción, este 4 de abril, se llevó a cabo el cierre del Año Jubilar Diocesano por los 500 años del nacimiento de San Benito de Palermo en la ciudad de Cabimas, que dio inicio el 27 de abril de 2024 con la apertura de la Puerta Santa de la Catedral. En esta fecha, también se conmemoraron los 436 años del fallecimiento del Santo Negro y su nacimiento a la vida eterna.

Las actividades programadas para celebrar este día festivo dieron inicio en la Plaza El Barroso de la ciudad de Cabimas, lugar donde ocurrió el primer milagro atribuido a la intercesión de San Benito de Palermo en diciembre de 1922. En horas de la tarde, los fieles devotos se dieron cita en este espacio para recibir la imagen del Santo Negro venerada en la Santa Iglesia Catedral al son del golpe de los chimbángueles.

Con motivo de celebrarse esta importante festividad, se llevó a cabo una caravana con la imagen hacia la Catedral de Cabimas para la Misa de Clausura del Año Jubilar, la cual estuvo presidida por Mons. Ángel Caraballo, Obispo de Cabimas. En esta celebración litúrgica, los feligreses tuvieron la gracia de obtener indulgencia plenaria cumpliendo lo que la Iglesia determina: disposición interior de desapego del pecado, confesión, comunión sacramental y orar por las intenciones del Papa.

«La santidad está al alcance de todos»

Monseñor Ángel dirigiendo su homilía a vasallos, cargadores y devotos, dijo sobre San Benito: “En su vida se ve reflejada la santidad de Jesucristo, el santo por excelencia, a quien quiso seguir de cerca emitiendo los votos de obediencia, castidad y pobreza, en una congregación religiosa. San Benito fue un monje que impresionó a los sabios, su infancia estuvo rodeada de la mayor pobreza… Dios siempre elige a las personas humildes para que se vea que es obra divina y no meramente humana”.

Asimismo, el Obispo habló de la santidad basándose en cuatro elementos imprescindibles: el valor, porque ser santo requiere valentía; la esperanza, porque hay que confiar que el Señor dará las gracias para llegar a la santidad; la gracia en sí, y la conversión, porque se necesita actuar a semejanza de Jesús. El Obispo alentó a la asamblea a alcanzar la meta de la santidad porque “la santidad está al alcance de todos”, expresó.

Finalmente, Monseñor Ángel agradeció el tiempo que estuvo pastoreando la Iglesia de Cabimas porque pudo conocer la vida de San Benito y la profunda devoción que los fieles de la Diócesis han rendido por generaciones al “santo más querido de la Costa Oriental del Lago”. Finalizó la celebración agradeciendo al Santo Negro por los favores concedidos por su intercesión y pidiendo a sus devotos que oren por él en su nueva misión en la Arquidiócesis de Cumaná.

San Benito
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