Jóvenes reciben el Sacramento de la Confirmación en la parroquia San Juan Bautista.

En un ambiente de alegría y devoción, la parroquia San Juan Bautista celebró el día domingo 12 de mayo, la Solemne Eucaristía presidida por el Excelentísimo Monseñor Ángel F. Caraballo F. Obispo de Diócesis de Cabimas, en la que 13 jóvenes del Itinerario de Iniciación Cristiana, recibieron el sacramento de la Confirmación. También lo acompañaron en esta celebración eucarística el Pbro. Heberto J. Ávila F. y el Pbro. Jesús Meleán, párroco y vicario parroquial respectivamente.

La emotiva ceremonia, enmarcada en la Solemnidad de la Ascensión del Señor, congregó a familiares, amigos y miembros de la comunidad parroquial, quienes se unieron para celebrar este importante paso en la vida de fe de los nuevos confirmados.
 
En su homilía, Monseñor Ángel dirigió un profundo mensaje a los jóvenes, invitándolos a vivir con compromiso y responsabilidad su nueva condición de cristianos adultos. El Obispo destacó la importancia de la Confirmación como “un momento crucial en el que se fortalece la fe y se recibe la gracia del Espíritu Santo para ser testigos de Cristo en el mundo”. En este sentido, el Obispo enfatizó que ser cristiano no se limita solamente a cumplir con ritos o normas, sino que implica una profunda relación personal con Dios y una vivencia coherente de la fe en el día a día. «Ser cristiano es ser luz en medio de las tinieblas, es ser sal de la tierra, es ser testimonio vivo del amor de Dios en el mundo», señaló.

Asimismo, Monseñor Ángel aclaró que la Confirmación no representa un «fin» en el camino de fe, sino un «inicio». «Recibir este sacramento no significa ‘salir de eso’, sino que, al contrario, se nos invita a adentrarnos a esa gracia de Dios que nos ha sido dada y ponernos al servicio de la Iglesia y de los demás», afirmó.
 
Con la imposición de las manos y la unción con el Santo Crisma por parte del Obispo, cada uno de los confirmandos, renovaron sus promesas bautismales y se comprometieron a vivir como verdaderos cristianos bajo la influencia del Espíritu Santo.
 
Después de cumplir con las etapas del itinerario catequético, los nuevos confirmados expresaron su alegría y gratitud por este don recibido, y se comprometieron a seguir creciendo en la fe y a ser instrumentos de paz y amor en sus comunidades.

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