Con una rueda de prensa, este jueves 4 de abril, se dio a conocer la Apertura del Año Jubilar Diocesano por los 500 años del nacimiento de San Benito de Palermo, que iniciará el próximo 27 de abril de 2024 y culminará el 26 de abril de 2025 por decreto de Mons. Ángel F. Caraballo F., Obispo de la Diócesis de Cabimas.
En horas de la mañana se desarrolló esta rueda de prensa para dar a conocer la información referente a este Año Jubilar que llena de alegría a todos los fieles devotos del Santo Negro que residen en el territorio diocesano. La misma se llevó a cabo en la Santa Iglesia Catedral y estuvo encabezada por el Pbro. Jorge Pérez Tobila, Vicario General de la Diócesis y Párroco de la Catedral de Cabimas. Asimismo, se contó con la presencia de los arciprestes de cada zona, de la Directora Municipal de Cultura y de representantes de grupos de vasallos y cargadores.
Con esta rueda de prensa, el Padre Jorge dio a conocer los aspectos más relevantes de este decreto, como lo son: que este Año Jubilar Diocesano será dedicado a la renovación de la fe, procurando conocer a profundidad e imitar la vida de San Benito de Palermo; la apertura de la Puerta Santa de la Iglesia Catedral y de otros templos jubilares para lucrar indulgencia plenaria; y aprovechar este tiempo para vivir la caridad con los más vulnerables.
V CENTENARIO
A propósito de este decreto, Monseñor Ángel publicó una Carta Pastoral con motivo de este V Centenario en la que hace énfasis en la verdadera devoción al santo y en la práctica de sus santas virtudes que le dotaron de tal distinción. En esta carta, Monseñor dice de la devoción a San Benito que “se refleja en nuestras iglesias y hogares, en las instituciones públicas y privadas, en las plazas de la ciudad y en cada rincón donde se exhiben sus imágenes, como una muestra de la identidad católica de este pueblo”.
En tal sentido, en esta carta pastoral expresa que las fiestas de San Benito están completamente ligadas al culto a través del golpe de chimbánguele, pero en este tiempo jubilar “hay que ir más allá del contagioso y bullicioso toque” y recuerda que celebrar las fiestas de los santos son un estímulo para recordar que también los fieles han sido llamados a ser santos. Monseñor invita a todos a conocer la vida de San Benito, su itinerario de fe, el llamado que hace para cada uno y la obligación de realizar dos actos que no pueden faltar en la vida del devoto: la asistencia a misa dominical y la confesión frecuente en el sacramento de la penitencia.
“Nuestra veneración debe ser verdadera»
Con respecto a las fiestas del santo, Monseñor hace referencia al uso excesivo del licor para bañar la imagen del santo tildándolo como “una insana costumbre entre muchos devotos” e invita a instruir a los fieles en cuanto a su comportamiento en estas fiestas, relacionando la miseria que destacó en la vida de San Benito con las miserias que poner práctica: la material, la moral y la espiritual.
Para culminar con este texto, Monseñor invita a la reflexión de sus devotos y les pide aprender a rendirle culto a San Benito como él se lo merece para que “hagamos una fiesta que no tiene comparación, porque esté perfectamente asociada a la vida cristiana y alejada de creencias supersticiosas o paganas”. “Nuestra veneración debe ser verdadera, según las indicaciones de la Santa Madre Iglesia y debe provocar, en nosotros, sentimientos de conversión. (…) A través de la catequesis, la formación cristiana y la concientización, los devotos debemos erradicar los signos que se han ido introduciendo en el culto a San Benito, especialmente en Cabimas, que no ayudan a nuestra fe y escandalizan al pueblo fiel”, dice el Obispo.
