A las 11:00 de la mañana del pasado domingo 25 de septiembre, se llevó a cabo la presentación del Pbro. Jesús Antonio Rosillo Reyes como administrador parroquial de la Parroquia San Pablo Apóstol de Mene Grande, luego de que su párroco anterior, el Pbro. Carlos Camacho, asumiera el cargo de rector del Seminario El Buen Pastor y la Rectoría María Inmaculada de Cabimas.
La Eucaristía de este domingo estuvo presidida por Mons. Ángel F. Caraballo F., Obispo de la Diócesis de Cabimas. En esta celebración, el Padre Jesús hizo profesión de fe y el juramento de fidelidad ante el Obispo y la asamblea con motivo de esta presentación en la que asume el cargo de administrador de la parroquia.
Monseñor Ángel encomendó la labor pastoral del Padre Jesús a Nuestra Señora de Chiquinquirá, devoción profundamente arraigada en esta comunidad desde antiguo. También, señaló que el Padre Jesús debía, por su ímpetu misionero, ser ejemplo que motive a los jóvenes para entregar su vida a Dios, como desde pequeño él lo hizo.
En su homilía, Monseñor predicó acerca de las enseñanzas clave que impartía la parábola que relata la vida de un hombre rico y de un hombre con necesidades extremas: Lázaro. Recordó uno de los siete pecados capitales que se perciben en este Evangelio: la avaricia, que consiste en el amor desordenado de los bienes terrenos.
Monseñor destacó que “la avaricia, ese apego desordenado a los bienes, es una señal de falta de confianza en Dios, que ha prometido velar por nosotros con paternal solicitud, y de excesiva confianza en nosotros mismos, buscando la seguridad en lo puramente material y es un obstáculo grave para ser fieles a nuestra vocación cristiana y para la entrada en el reino de los cielos”.
Esta celebración fue propicia para presentar al acólito José David Pérez, quien está próximo a ser ordenado diácono y que también ejercerá su labor pastoral en esta parroquia junto al Padre Jesús.