Del 28 de julio al 12 de agosto se llevó a cabo el Campamento Misionero de la Costa Oriental del Lado, CAMICOL 2023, ofrecido por el Servicio de Animación Misionera Juvenil Jovenmisión de las Obras Misionales Pontificias (OMP), teniendo como sede la parroquia del Divino Niño en Ciudad Ojeda.
15 días en los que la comunidad parroquial se vio inundada por la alegría de los 49 jóvenes que participaron de este Campamento, siguiendo el mandato del Señor “Vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio” Mc 16, 15. Estos misioneros, compartieron la Buena Nueva en los sectores de la parroquia donde también realizaron algunas catequesis, sembrando una semilla que el Señor, a su tiempo, hará dar frutos.
“El Señor quería que yo estuviera ahí”
El joven Jesús Estrada de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, Catedral, comenta que la invitación a participar lo tomó por sorpresa “sin pensarlo dije que sí porque si todo se dio todo para que ocurriera es porque el Señor quería que yo estuviera ahí”. Comentaba también: “Hice muy buenas amistades y estoy muy agradecido con todas las personas con las que compartí, regreso a mi casa con mucho ánimo de trabajar ya que debemos ahora llevar este conocimiento que recibimos a nuestras parroquias”.
“La estadía de los misioneros en la parroquia fue una bendición de Dios“, comenta Ana Bracho, feligrés de la parroquia del Divino Niño. “Estos jóvenes se hicieron sentir, con su bondad, su amor, llenaron nuestra parroquia de muchas bendiciones. Me marcó mucho ver cómo dejan su comodidad para venir a trabajar con nosotros en nuestra parroquia, saliendo todos los días a caminar por los sectores, y a pesar del calor, ellos andaban felices siempre dando lo mejor de sí, para alabar a Dios. La Adoración al Santísimo que organizaron junto al padre fue tan impresionante que muchos lloramos y se sintió mucha paz”.
«La misión queda encendida en tu corazón»
Durante los días del campamento, los misioneros no solo llevaron el mensaje de Dios a la comunidad, sino que ellos también pudieron encontrarse con Dios en cada una de las personas que visitaron. María Victoria Díaz de la Rectoría Corpus Christi, comentó una anécdota que la marcó: “El segundo día de evangelización, visitamos una señora que nos atendió con mucho amor, se desahogó con nosotros y nos contó la dura situación que vivía y nos dejó una gran enseñanza, ya que a pesar de las dificultades que tenía, nunca dejó de decir que Dios lo era todo para ella. De verdad que el CAMICOL es una experiencia inolvidable y te da una gran familia que recordarás para toda la vida, y la misión queda encendida en tu corazón, es un campamento hermoso”.
“La mies es mucha y pocos son los obreros”
Por su parte, Verónica García de la parroquia Beata María de San José, comentaba que se siente bendecida por un Dios que no se deja ganar en amor y en misericordia: “La experiencia del CAMICOL es una de las cosas más maravillosas que ofrece el servicio de Jovenmisión, en particular me pude dar cuenta de que las personas necesitan que se les lleve el mensaje de la palabra de Dios, que hay muchas personas alejadas de Él”. Verónica mencionaba también que “el CAMICOL me permitió descubrir que la mies es mucha y pocos son los obreros. Cada sonrisa, gesto y detalle de las personas de la parroquia, me llenan de alegría el corazón y me siento privilegiada de que Dios me haya escogido para anunciar su mensaje”.
Dentro del Colegio que albergó a los jóvenes durante estos quince días, también se vivieron experiencias de mucho crecimiento para ellos, como temas formativos de diversas áreas, actividades espirituales y fraternas. Y así como los discípulos luego de las enseñanzas del Señor se dedicaron a predicar su palabra, con la culminación del CAMICOL, estos jóvenes vuelven a casa con una nueva misión, utilizar estos conocimientos y experiencias para ser instrumentos del Señor por todo el mundo.