En las primeras vísperas del Domingo del Buen Pastor, Monseñor Ángel Francisco Caraballo impartió el Sacramento de la Confirmación a 24 jóvenes y adultos de las parroquias Nuestra Señora del Rosario de Fátima de El Mene, y Nuestra Señora del Rosario de Aránzazu de Santa Rita, este sábado 20 de junio.
Ante la comunidad parroquial de El Mene, el Obispo de Cabimas inició su homilía invitando a los presentes a reconocer a lo largo de nuestras vidas a esos “Buenos Pastores” que Dios ha puesto en el camino como lo son los maestros, padres, amigos, sacerdotes y todas esas personas que en la sociedad orientan y transmiten enseñanzas o dado buenos consejos para que los fieles se formen como personas de bien.
“Hoy reconocemos la figura del Buen Pastor como ese que lleva a las ovejas en sus hombros que conoce su realidad y las defiende. Yo los invito a fijarse en la figura del sacerdote como pastor o como un puente ente dos realidades: Dios y la humanidad. Mediante la explicación de las Escrituras y la administración de los sacramentos el sacerdote permite a Dios llegar al hombre y al mismo tiempo que ayuda a los hombres a llegar a Dios” puntualizó Mons. Caraballo.
A su vez, indicó a los confirmandos que el Espíritu Santo recibido durante el Sacramento llega a sus vidas para llevarlos hacia la madurez cristiana e impulsarlos a la misión y al apostolado; con paciencia y ánimo el Espíritu Santo los hace fuertes para resistir cualquier situación.
En una segunda Eucaristía, celebrada en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Aránzazu de Santa Rita, el pastor diocesano recalcó que la valentía del cristiano sólo es posible gracias al Espíritu santo que es quien hace conscientes de la propia fortaleza impulsando a actuar y resistir cualquier situación para salir adelante y alcanzar los proyectos de vida.
En este sentido, el Monseñor Caraballo destacó que “en una persona que sufre, pero lucha por alcanzar algo que es bueno, el Santo Espíritu de Dios la da la fortaleza que necesita para obrar y resistir cualquier situación, siempre con mucha paciencia y mucho ánimo para seguir adelante sin desfallecer ante las dificultades, cosa que no ocurre con quienes no obran según el Espíritu que por ser débiles caen en tentaciones como la impulsividad y la imprudencia”.
Finalmente, Monseñor Ángel invitó a todos para aprovechar la solemnidad del Buen Pastor para rezar por los sacerdotes y por las vocaciones, ya que la diócesis de Cabimas y la Iglesia universal necesitan cada vez más de personas comprometidas con el Evangelio para que ninguna Iglesia o templo se quede sin celebrar la Santa Misa a sus feligreses.
